La casa se encuentra en una quebrada en el distrito de Cieneguilla, un lugar con vistas únicas a cerros cubiertos de árboles, una laguna e incluso al valle de Pachacamac; vistas que lógicamente se tenían que aprovechar al máximo.
El proyecto planteó la construcción de una vivienda temporal, casa de campo, de dos pisos más un sótano. Con la arquitectura propuesta, se buscó que desde cada espacio de la casa se puede disfrutar de hermosas vistas. Se jugó también con los volúmenes, uno sobre otro, y en forma de “L”, de modo que los lotes que estén detrás también puedan disfrutar de la vista, y la casa no resulte una barrera para ellos.
En cuanto a la distribución, el primer piso corresponde al ingreso de la casa, donde se desarrolla el área social: sala, comedor, baño de visita, cocina, área de servicio, dormitorios de huéspedes y la sala de juegos. Bajo el volumen del segundo piso, y en el mismo primer nivel, se encuentra la terraza principal de la casa, un baño para exteriores y el área de parrilla.
El volumen del segundo piso se sostiene por unas columnas en forma de “V”, y corresponde al área íntima de la casa. En este nivel se encuentran los dormitorios de los hijos, cada uno con su respectivo baño; la sala de estar, el dormitorio principal con vestidor y baño, y además una terraza íntima que ofrece la mejor vista de la casa.
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Fotografía: Renzo Rebagliatti
