Cuando se habla de espacios multifuncionales vienen a la cabeza imágenes de lofts de gran metraje.
Para aplicar los principios de la arquitectura multifuncional, la clave (más que el metraje a intervenir), se encuentra en analizar el espacio y dividirlo por medio de funciones, y no de muros y paredes. Para lograr este objetivo, se debe proponer entonces una jerarquía entre las funciones por medio de la cual se establece una dominante y una secundaria.
El ejercicio de identificación y jerarquización de las funciones será la guía para diseñar el espacio como tal, pero solo con toques de interiorismo acertados se logrará obtener el efecto esperado en amplitud y elegancia.
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