En este proyecto, se buscó materializar las ideas en una gama neutra y cálida, con acentos en color negro para dar detalles puntuales al espacio. Como factor importante, se tuvo en cuenta la luz natural, la cual permitió aplicar tonalidades fuertes sin generar un gran impacto de oscuridad. El estudio estuvo en línea con el requerimiento del cliente, un exitoso ejecutivo que deseaba tener una sala acogedora, moderna-elegante, con comodidad visual y funcional.
El primer paso para lograr este resultado fue plantear la distribución, priorizando la zona social. Se propuso un sofá curvo como protagonista, acompañado de butacas y una banqueta para complementar el espacio, junto con una composición de mesas centrales.
En los planos verticales, se utilizaron como acabados revestimientos de melamina texturizada de madera y papel tapiz. Se zonificó el respaldo del sofá con un tratamiento diferente para seguir enfatizando su protagonismo. Así, se propuso un juego de repisas con un fondo espejado para lograr el rebote de luz natural y reforzar la iluminación del espacio.
Un reto importante para este proyecto también fue contar con un televisor discreto, por lo cual se ubicó sobre una superficie revestida en papel tapiz, simulando un cuadro central y pasando desapercibido.
En cuanto a la iluminación, se aplicó la general y decorativa con temperatura de 3000K, ya que esta es una temperatura de color cálido que contribuye a la sensación de relajación necesaria para este tipo de espacios y a la calidez cromática que emiten los materiales aplicados.
Este proyecto representa un gran orgullo para el estudio, ya que se logró un resultado visual y funcional sobresaliente, gracias al trabajo conjunto del equipo de diseño y el equipo de obra.
