La materialidad y la iluminación pueden jugar un papel importante en nuestra percepción visual y mental del espacio.
Dependiendo de la función y el carácter de un espacio, el material puede cambiar drásticamente su apariencia y percepción.
Los espacios de movilidad a menudo necesitan áreas de espera donde la separación acústica y la luz del día creen una atmósfera de calma. Por eso a menudo utilizamos superficies de color claro en contraste con los materiales naturales y el paisaje.
Las residencias tienen un carácter más íntimo y personal, por lo que usamos materiales con tacto y escala que se relacionan con la personalidad del individuo.
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