El Hotel Alcalá ha completado una impresionante transformación, convirtiendo una estructura en total abandono en un refugio de elegancia contemporánea y confort sin igual. Este ambicioso proyecto diseñado por el estudio Blending Dots en colaboración con el arquitecto Rogelio Castillo, ha fusionado a la perfección el diseño moderno con el respeto por la esencia original del edificio, ofreciendo a los huéspedes una experiencia única que combina sofisticación y serenidad.
Desde el primer vistazo, el Hotel Alcalá cautiva con sus celosías verticales de color negro, un elemento distintivo que no solo añade una estética moderna a la fachada, sino que también sirve una función práctica. Estas celosías proyectan sombras delicadas y permiten el paso de luz, creando un fascinante juego visual a lo largo de los pasillos que conducen a las habitaciones. Este diseño ha sido cuidadosamente pensado para proporcionar privacidad sin sacrificar la sensación de apertura, logrando que cada rincón del hotel transmita comodidad y calidez.
En el interior, los muros de cemento pulido unifican los espacios, aportando una sensación de lujo discreto y coherencia visual. Este minimalismo elegante se complementa con detalles únicos, como el muro destacado de la recepción, pintado en un tono verde grisáceo, y los azulejos a juego en los baños, que agregan una frescura sofisticada al ambiente. Las grandes letras de vinilo que forman la palabra “Alcalá” sobre el mostrador de la recepción son una declaración de estilo, dando la bienvenida a los huéspedes con una estética moderna y atrevida.
Cada aspecto de la renovación ha sido diseñado para crear un entorno armonioso. La selección cuidadosa de materiales y una paleta de colores equilibrada transforman el Hotel Alcalá en un oasis contemporáneo que rinde homenaje a su rica historia. No solo se ha revitalizado el edificio, sino que se ha elevado la experiencia del huésped, convirtiendo este espacio en un destino donde el pasado se encuentra con el lujo del presente.
El Hotel Alcalá es mucho más que un alojamiento; es un símbolo de cómo el diseño inteligente puede reimaginar espacios históricos, preservando su esencia mientras se proyecta hacia el futuro. La renovación ha convertido este hotel en un santuario de estilo, elegancia y comodidad, ofreciendo una estancia inolvidable para cada visitante.
Fotografía: AVEH Studio
