La toma de partido de este proyecto, el cual consiste en 3 departamentos independientes para miembros de la misma familia, nace de la necesidad del cliente de tener privacidad con respecto de sus vecinos.
El terreno donde se ubica el edificio cuenta con 2 lotes y, si bien uno de ellos (el posterior) da directo al mar, el otro, el principal, se enfrenta a un edificio multifamiliar de 9 pisos de altura cuyas ventanas miran directamente al Edificio Paquidermo, generando la sensación de estar constantemente expuesto.
Para solucionar este problema, se toman 2 medidas. Por un lado, se plantea la fachada que da hacia el frente principal como una fachada bastante cerrada u opaca, con pequeños vanos que son lo estrictamente necesario para permitir la correcta ventilación e iluminación natural de los ambientes que dan hacia esta fachada sin quedar expuestos al exterior.
Por otro lado, se retira el proyecto con respecto del lindero norte, generando así un pasaje o grieta entre el edificio y la casa vecina. Este pasaje cumple la función de una suerte de patio a través del cual ventilan e iluminan adecuadamente de manera natural todos los ambientes que dan hacia él.
El edificio presenta una transición entre sus 3 fachadas que va desde lo más cerrado, en la fachada del frente este, que es la que se enfrenta al edificio vecino, pasando por un carácter semi abierto en la fachada en la fachada lateral, para finalmente abrirse casi en su totalidad hacia el frente oeste y así poder apreciar toda la inmensidad del Océano Pacífico.
Fuente: ArchDaily
