El estudio español Balzar Arquitectos ha añadido una casa unifamiliar de tonos cobrizos llamada La Casa de los Olivos a un olivar de Valencia (España).
Con el objetivo de integrarse en su emplazamiento, en la localidad de Quesa, la casa, larga y baja, se ha acabado con un mortero de cal de color rojizo que imita el suelo circundante.
Balzar Arquitectos también preservó en la medida de lo posible la vegetación existente, diseñando la casa con una forma lineal que encaja dentro de una retícula de árboles.
En el centro de un patio de grava hay una larga piscina. Se extiende hacia el edificio principal, curvándose para encontrarse con un porche cubierto por un voladizo perforado con una claraboya circular.
Una gran puerta de cristal separa este porche de la sala de estar abierta, que se prolonga en un comedor y una cocina con armarios de tonos verdes y superficies de latón.
En toda la casa, las paredes y los detalles rojos imitan el color tierra del exterior, incluidos los suelos de terracota y las superficies de mármol travertino iraní de los baños y la piscina interior.
Dos dormitorios con baño se ramifican desde la sala de estar principal y se abren a patios privados con vistas a los olivos de los alrededores.
“La vivienda se integra en el entorno rural mediante patios que abrazan los olivos existentes y una plataforma longitudinal que refuerza la perspectiva lineal hacia el horizonte”, explica el estudio.
